Pues va ser que no

Un lunes más nos levantamos con el terrible pesar de que, a pesar de no hacer un mal partido, el Real Zaragoza volvió a caer fuera de casa. Perdió contra el Valencia y no consigue despegar en la clasificación. La situación sería todavía más triste si el equipo blanquillo no hubiera mostrado lo que pudimos ver en la tarde de ayer. Un equipo que dominó el partido, pero que tuvo un suicidio en defensa. Sin duda, Marcelino García Toral quería ahogar la salida de balón de los chés con un equipo muy junto, pero no tuvo en cuenta los pases en largo, concretamente tres que superaron a la defensa zaragocista, uno de ellos en claro fuera de juego del ex-blanquiazul David 'El Guaje' Villa y que sin mucho oficio lograron un 3 a 0 antes del descanso.

El Real Zaragoza no jugó mal. Controló el balón. El problema es que la velocidad que le imprime el equipo al esférico es demasiado lenta y previsible. El balón debe llegar con mayor rapidez a los extremos, que no lo son, Jorge López y Ander Herrera, ambos son jugadores de tres cuartos de cancha atacantes y por ello buscan ahí el balón, donde no saben pasarlo Abel Aguilar, Gabi o Ponzio.

Ayer dejó una buena noticia, el debut de Alex Sánchez uno de los delanteros con mayor proyección en la cantera zaragocista. Alma maña y corazón blanquillo, se lo aseguro. Un jugador que en las categorías inferiores causa estragos en las defensas rivales y que tiene su velocidad y potencia sus mayores virtudes. Un jugador llamado a liderar, eso espero, la delantera blanquilla esperemos que en un futuro cercano. Sería magnífco contar con Lafita, Ander Herrera y Alex Sánchez en un tridente capaz de mantener al Real Zaragoza donde se merece. Sería para estar orgullosos de nuestro club y de nuestra gente.

Volviendo al presente, mañana se disputa el partido más importante de lo que llevamos de temporada. Suena a tópico, pero es tan real como la vida misma. El Real Zaragoza se juega sus esperanzas en la Copa de S.M. Rey en Málaga. Sí, otra vez como visitante. El torneo del K.O. es el campeonato más excitante que Zaragoza puede vivir, las eliminatorias que pueden hacer recuperar la ilusión perdida de las grandes noches de fútbol. La Copa de Sevilla que trajo la Recopa, la Copa de Montjuic (por qué no acabar de nuevo con los galácticos) o la Copa del Bernabéu (derrotados frente al Español), pero vapuleando a los madridistas en semifinales. La Copa es la máxima aspiración junto con la permanencia. Todo el mundo firmaría mantenerse y ganarla, sin duda.