Borrón de ilusión

A las primeras de cambio, fuera. Cuando todavía la llama de la ilusión casi no había prendido, eliminados. En la primera eliminatoria, borrados. El cuadro de la Copa del Rey 2009 ya no contará con uno de los reyes por excelencia de esta competición. El Real Zaragoza cayó anoche eliminado ante el Málaga. El colista de la competición logró anotar en el partido de ida un gol que empató el encuentro y provocó que el Real Zaragoza tuviera que jugarse la eliminatoria en casa del colista.

Curiosamente ayer todas las estadísticas se rompieron. Todas menos una. Hasta el momento y desde el comienzo de la competición liguera, los blanquillos habían anotado, por lo menos, un gol en todos los partidos. Ayer, cuando ese gol era el premio más deseado, no llegó. Por otro lado, hasta el momento en todos los partidos jugados, excepto el debut liguero frente al Tenerife (1 - 0), el Real Zaragoza había encajado al menos un gol. Ayer, por fortuna ese gol no entró en la portería defendida por Carrizo. La única estadística que no se rompió fue la de que el Real Zaragoza lleva más de dos años en la máxima categoría sin ganar fuera de casa. El partido de anoche no sirvió, tampoco, para romper con esa racha.

Un equipo histórico como es el Zaragoza no puede permitirse tirar la Copa del Rey a las primeras de cambio. Se hizo el año pasado cuando el objetivo más claro era el de ascender a Primera División. Comprensible. Sin embargo, este año todo es distinto. El Real Zaragoza está donde debe, en la máxima categoría del fútbol español. El Real Zaragoza no nos engañemos tiene como principal objetivo el de luchar por la permanencia. Factible. La Copa del Rey se presentaba como el único foco de ilusión al que la afición blanquiazul se aferraba. Las grandes noches, las goleadas, los nervios, el valor doble del gol, nada de eso se vivirá ya desde la grada de la Romareda. A todos los socios y aficionados sólo nos queda el sabor de las pipas en las tardes dominicales. Las cinco de la tarde o el partido del sábado. Todo el mundo sabe que la emoción no es comparable a las noches de enero y febrero, donde la Copa muestra todo su jugo.

¿Lado positivo? Ninguno. Sólo nos queda esperar que al no jugar un partido a mitad de semana, el cansancio de unos profesionales que trabajan poco más de dos horas al día sea menor. Según algunos jugadores al termino del encuentro, ayer se intentó todo para marcar un gol. Permítanme que lo dude.